Ejercicio 21: El Baguazo que nos abrió los ojos

jueves, 18 de junio de 2009

Hace unas semanas una noticia nos conmoción a todos: el caos interno se desató luego de que el gobierno decidiera tomar medidas de fuerza en la selva peruana para expropiar (claro que luego decían "las devolverían") tierras de los nativos en pos de concretar cláusulas del TLC. Luego de los conflictos, noticias de desaparecidos, imágenes de los policías muertos por doquier, debates político-sociales en todos los canales, Qorianka Kilcher visitando al Perú... un sinfín de eventos que se desataron luego de esta catastrófica medida, uno pensaría que el gobierno intentaría guardar compostura ante un error garrafal, ante una medida desproporcionada, tratando de enfriar el ambiente tan cargado en el momento del ataque. 

Los nativos fueron injustamente tildados de "salvajes".

Sin embargo, se propagó un spot cizañero, que en vez de intentar llevar la paz luego del conflicto, encendieron más los resentimientos guardados de muchos peruanos, al mostrarnos sólo un lado de la verdad y el lado más pro-gobierno. "Se lavaron las manos", se podría decir, sólo proclamando los beneficios de sus acciones y las crueldades de esos "salvajes" de la selva, término errado con el que tildaron a los indígenas de esos lares. 

El problema no data de apenas unos meses atrás: se empieza a gestar desde inicios de la República.

Es cierto que algo de salvajismo hubo en el conflicto, pero creo que es imposible llamar partidarios de la violencia sólo a los indígenas. Los policías fueorn los que invadieron, y en respuesta a esto fue que los indígenas atacaron. Lo sé, nada justifica la violencia, pero creo que no se debe lanzar la responsabilidad sólo a un lado del asunto. Los nativos tenían sus motivos para reclamar, claro está, ya que un Estado que se olvida de ellos desde inicios de la República no puede de la nada acordarse de que tenía selva y tratar de expropiarla de aquellos que la cuidaron y que progresaron en ella por tantos años.


Yehude Simons vs. Alberto Pizango

Es muy difícil todo este conflicto ya que yo siento que no lo sabemos todo. Es cierto que los medios han tratado de mostrarnos las dos caras de la moneda, pero es imposible que toda la verdad de los indígenas nos llegue hasta Lima, además de que es imposible que el Gobierno vaya a declarar en su totalidad los motivos de sus acciones, más que tirar dedo tratando de acusarse unos a otros por la decisión. Esperemos que a través de medios pacíficos se llegue a algo y que este tipo de vergonzoso incidente no vuelva a repetirse. Lo único bueno (no se puede decir que haya sido bueno, pero de algo sirvió) que se puede rescatar de todo esto es que al menos ha hecho que todos nos demos cuenta de una realidad latente en nuestro país, una división dentro de nuestro propio territorio cuyo principal motivo reside en el terrible centralismo que existe en Lima capital.



Alan García, ¿qué fue ese Mensaje a la nación?

Desafortunado spot publicitario del gobierno:


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